Hoy tengo 34. Me llevó 18 años laborales Pero acá estoy. Llegué.
Tengo prácticamente todos los elementos que se necesitan para grabar y ensayar en mi humilde estudio de grabacion y de ensayo. O como me gusta llamarle: Mi fábrica personal de canciones.
Y escuchar esta canción me emociona tanto pero tanto, porque transmite lo que me pasa cuando miro a mi alrededor. Desde que era chica que quería estar rodeada de instrumentos. Y luego de mucho esfuerzo, pero mucho mucho, lo logré.
Hice lo necesario para que suceda: Fui a lugares muy lejos, compré y vendí, aprendí los gajes del oficio. Comí muchos meses arroz y polenta para llegar a fin de mes. Dejé de comprarme giladas o salir a parrandear, porque cada peso que tenía lo inverta en este sueño. No me compraba ropa, pero siempre invertía en todo lo relacionado con la música. Fui a clases de batería. De guitarra. De canto. De produccion musical.
Pasé noches enteras haciendo cuentas, vendiendo cosas, lidiando con la inflación, la devaluación y la frustración de vivir siempre sobre el pucho. Hoy estoy desde otro lugar. Creo que todo lo que viví me llevó a este punto.
Y creo que estoy orgullosa.
En el medio cometí 60a239846528723832 de errores. Pasé por momentos en los que pensé que era imposible. Pasé momentos muy duros. Me frustré varias veces. Pero siempre me levanté de nuevo al otro día a luchar por lo que amo.
Hay gente que sueña con el coche y la casa. Yo puedo usar las mismas medias rotas, pero las guitarras siempre calibradas y
Cada recital al que fuí desde los 14 años siempre me dejaba manija de tocar. De hacer canciones. Decir cosas. Sacar las melodías que tengo dentro.
Nunca me la creí. Ni como batera ni ahora que descubrí que está bueno cantar también.
Soy culo inquieto. Tengo hambre de hacer cosas. No importa "pegarla".
Con hacer lo que amo, me conformo.
Gracias universo.
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