Es estar en el calvario del subte en hora pico, camino a la facu y que ESE tema sea mi vía de escape. Lo que hace que no me enoje tanto al notar que tengo el zobaco de alguien en la jeta.
Me seda. Es de eso poquito que me hace sentir que no todo está perdido, siempre que tenga un buen disco a la mano. Si por mi fuera, estaría todo el fuckin' día escuchando y hablando de música.
El laburo, la facultad, los trámites y tal, son solo excusas para llegar a ese momento SAGRADO en el que me regocijo en alguna canción. O que decido hacer un cover en uke, guitarra o simplemente a capella e imagino que estoy arriba de un escenario de nuevo.
Y tengo muchos caprichos al día. Y me doy todos los gustos. Salto de "back to black" a "plug in baby" sin ningún tipo de resquemor. Porque la ciclotimia útil y sana, es la auditiva.
De chica agarré la manía de coleccionar canciones de la radio. Las grabábamos con mi vieja en cassette. Si, en cassette. Si ya sé que unpoco me deschabé la edad con este dato. Si hay alguien en el mundo a quien le debo mi melomanía crónica es a mi madre. Siempre admiré su coleccion tan amplia de vinilos. Tenía desde Pink Floyd hasta compilados de música Italiana de San Remo de los sesentas/setentas. De pequeña me sedujo ese ruidito tan particuar de la fritanga del vinilo. Eso me marcó muy profundo de piba.Nunca más pude, ni quise parar.
Y todo este bla bla bla es para en parte darle un nuevo comienzo a esto. La colgué con el blog muchos años. Ya es hora de volver a esta terapia de hablar de música y cositas.
Y para re-estrenar este humilde blog, les regalo esta canción que dió perfecto clima a una escena de Sense8. El muchacho se llama Ben Howard y el tema "Small Things".
